La imagen del Santo Cristo es una de las más antiguas de las que se tienen noticias documentales en la iglesia de Santa maría. Así, en el año 1602 aparece citada en una vista pastoral realizada por Monseñor Hieroni Rois, visitador nombrado por el Obispo de Orihuela Josep Esteve. Hay que tener en cuenta que en esta fecha, la iglesia de Santa María era la anterior a la que hoy conocemos, es decir, el templo de estil renacentista que fue levantado a partir de 1492.
El documento en cuestión nos indica que la Capilla del Santo Cristo era la segunda del lado de la epístola y que pertenecía a la familia noble ilicitana de los Sarria. En dicha capilla, contempló el visitador episcopal “…un altar ben adornat, ab un guardapolvo de guadamasil sobre el cual hay un Cristo crusificat ab un dosel damunt, ab desensia”.
También sabemos que esta capilla del Santo Cristo era levantada la tribuna que el Obispo de la Diócesis de Orihuela utilizaba para contemplar las representaciones de la “Festa” o Misterio de Elche en el siglo XVII. Y por esta misma capilla lateral, se inició el derrumbe de la iglesia renacentista. En el mes de mayo de 1672 se detectaron desprendimientos de piedras procedentes de las bóvedas del templo, a causa de unos fuertes aguaceros que cayeron sobre la ciudad a lo largo de varios meses. El 30 de mayo de 1672 cayó un gran fragmento de la bóveda de la capilla del Santo Cristo y otros trozos de la iglesia que obligaron al cierre del edificio. Cuenta también la documentación que tras el cierre se trasladó a la ermita de San Sebastián el Santísimo Sacramento, así como las imágenes de la Virgen de la Asunción y del Santo Cristo.
En las procesiones de la Semana Santa de los siglos XVI y XVII eran portadas cinco imágenes. Concretamente, las de Cristo atado a la columna, Ecce-Homo y Jesús Nazareno, que se veneraban en la capilla del Hospital de Caridad de Elche (instalado en un amplio edificio de la Corredora, muy próximo a la actual Glorieta), la imagen del Santo Cristo venerada en la Iglesia de Santa María y la figura de la Virgen de los Dolores, que los nobles ilicitanos veneraban en la iglesia del Salvador. Tras la conclusión del templo de Santa María que hoy conocemos, a finales del siglo XVIII, estas imágenes – salvo la Dolorosa – fueron colocadas en los nichos y altares del deambulatorio de Santa María, según un decreto firmado por el obispo diocesano, Joseph Tormo. Según los indica el historiador Alejandro Ramos, la imagen del Santo Cristo era sacada en las procesiones de Semana Santa por los labradores ilicitanos que sufragaron las andas correspondientes.
La imagen del Santo Cristo fue destruida en el incendio provocado en la iglesia de Santa María el 20 de febrero de 1936, unos meses antes del inicio de la Guerra Civil. Al término de la misma, fue realizada una nueva talla del Cristo crucificado, que vino a ser venerada en el mismo altar del deambulatorio del templo que ocupaba la primitiva.
Esta cofradía se creó en 1942, aunque no procesiona por primera vez hasta 1944. Son los herederos de una imagen de Cristo crucificado que se veneraba en la Basílica de Santa maría desde antaño, ya se cita esta imagen en crónicas de 1602.
Siempre ha procesionado en Jueves Santo y es tradición su hora de salida, las 23 horas. Su recorrido tradicional ha sido siempre el de la “roà”.
Hace unos años se cambió el recorrido al ser el trono más grande y no poder pasar por ciertas calles.
En 1994 fueron aprobados los nuevos estatutos de la Cofradía. Los antiguos eran de 1943.
La Procesión del Silencio es una de las más multitudinarias de las que se celebran en la ciudad, contándose por miles sus participantes.
Antiguamente también participaba en la procesión general del Viernes Santo por la tarde. |
